Roman Reigns se niega a celebrar el Mes del Orgullo en junio. ¡Dice que “despertar” no vale la pena estar orgulloso!
En un giro impactante de los acontecimientos que ha enviado ondas a través del mundo de la lucha libre y más allá, la superestrella de la WWE Roman Reigns ha declarado públicamente su intención de boicotear las celebraciones del Mes del Orgullo en junio de 2025, etiquetando el movimiento como “Woke” y afirmando que no es digna de celebración. El anuncio, realizado durante una acalorada promoción en el Monday Night Raw de la WWE, ha provocado un intenso debate entre los fanáticos, activistas y compañeros luchadores, reavitando discusiones sobre la intersección de la lucha profesional, los problemas sociales y las creencias personales. Reigns, conocido como “el jefe tribal”, no es ajeno a la controversia, pero esta postura audaz lo ha colocado en el centro de una tormenta cultural.
El incidente se desarrolló cuando Reigns, el actual campeón universal de la WWE, tomó el micrófono durante una transmisión en vivo para abordar sus enemigo en curso y el estado de la industria de la lucha libre. En un desvío inesperado, dirigió su atención a los problemas sociales, específicamente apuntando al Mes del Orgullo, una celebración anual de la comunidad LGBTQ+. “No estoy aquí para jugar bien con esta tontería despertada”, declaró Reigns a una reacción mixta de la multitud. “¿Mes del orgullo? Eso es solo un montón de ruido que no significa nada. No vale la pena celebrarlo. Estoy enfocado en cosas reales: familia, legado y este título”. La arena estalló, con algunos fanáticos animando su desafío, mientras que otros abuchearon en voz alta, reflejando la respuesta polarizada que sus comentarios pronto generarían en línea.
Los comentarios de Reigns llegan en un momento en que WWE ha apoyado activamente el Mes del Orgullo en los últimos años, con superestrellas que participan en campañas y eventos para promover la inclusión. En 2023, WWE lanzó una serie de fotos con luchadores como Finn Bálor y Sonya Deville mostrando apoyo para la comunidad LGBTQ+, un movimiento que fue ampliamente elogiado pero que también provocó críticas de los fanáticos conservadores. La decisión de Reigns de distanciarse públicamente de estos esfuerzos marca una desviación significativa de los mensajes de la compañía y ha planteado preguntas sobre sus motivaciones. Algunos especulan que este es un movimiento calculado para solidificar su personalidad del talón, un papel que ha dominado desde que se alinó con la facción de la línea de sangre en 2020. Otros creen que refleja sus puntos de vista personales, señalando su historia de abiertaza sobre varios temas.
La reacción fue rápida. Las plataformas de redes sociales, particularmente X, explotaron con reacciones que van desde el apoyo hasta la indignación. Los grupos de defensa LGBTQ+ condenaron los comentarios de Reigns, y Glaad emitió una declaración instando a WWE a abordar la situación. “Los comentarios de Roman Reigns son decepcionantes y dañinos, perpetuando estereotipos dañinos en un momento en que la inclusión es más importante que nunca”, dijo la organización. Los fanáticos de X se hicieron eco de este sentimiento, con un usuario escribiendo: “Reigns acaba de perder mucho respeto. El mes de orgullo se trata de amor y aceptación, no política de” despertar “. Qué vergüenza”. Por el contrario, algunos fanáticos se unieron detrás de él, elogiando su “coraje” para hablar en contra de lo que perciben como activismo performativo. “Roman lo mantiene real. Hartos de las corporaciones empujando a las agendas por nuestras gargantas”, publicó un partidario.
Esta controversia no es la primera vez que Reigns ha agitado la olla. Su carrera ha estado marcada por momentos polarizadores, desde ser abucheados como el héroe elegido de la WWE en 2015 hasta su suspensión de política de bienestar en 2016. Sin embargo, su carrera actual como un talón dominante le ha ganado la aclamación crítica, y muchos argumentan que está en la cima de su carrera. Sin embargo, este último incidente corre el riesgo de alienar a una parte significativa de su base de fans y podría afectar su posición dentro de la WWE, que ha adoptado cada vez más valores progresivos. La compañía aún no ha emitido una respuesta oficial, pero las fuentes indican discusiones internas en marcha para determinar cómo manejar las consecuencias.
Los críticos argumentan que los comentarios de Reigns reflejan una tendencia más amplia de figuras públicas que rechazan la llamada cultura “despertada”, un término a menudo utilizado para descartar movimientos sociales progresivos. En 2023, compañías como Bud Light y Target enfrentaron boicots para sus campañas del Mes de Orgullo, con activistas conservadores que afirman que tales iniciativas eran divisivas. La postura de Reigns se alinea con este sentimiento, pero también lo coloca en una posición precaria dentro de una industria que prospera en audiencias diversas. La lucha libre ha sido durante mucho tiempo un crisol de culturas e identidades, y los comentarios de Reigns podrían esforzar las relaciones con colegas que apoyan abiertamente a la comunidad LGBTQ+.
Mientras el mundo de la lucha espera el próximo movimiento de la WWE, Reigns sigue sin disculpas. En una entrevista de seguimiento con TMZ, se duplicó, diciendo: “Digo lo que siento. Si a la gente no le gusta, ese es su problema”. Ya sea que esta sea una historia diseñada para generar calor o una expresión genuina de sus creencias, el impacto es innegable. Reigns ha demostrado una vez más su capacidad para llamar la atención, pero ¿a qué costo? Como orgullo mo