En un giro de los eventos que ha dejado el mundo de la lucha libre con total incredulidad, el funcionario de la WWE Adam Pearce ha tomado medidas rápidas y decisivas después de un altercado explosivo que involucra a Raquel Rodríguez y Liv Morgan. Rodríguez, conocido por su poder crudo y su presencia inquebrantable en el ring, acaba de ser sancionado y suspendido después de un ataque brutal y no autorizado contra su compañero de equipo convertido en rival, Liv Morgan.
El incidente ocurrió detrás del escenario después de una reciente grabación de SmackDown. Según los testigos oculares, las tensiones entre los dos se han estado gestando durante semanas, alimentadas por una serie de falta de comunicación y frustraciones visibles durante sus recientes partidos. Sin embargo, nadie podría haber anticipado el nivel de violencia que se desarrolló. Según los informes, Liv Morgan fue emboscado mientras se preparaba para un segmento de medios posterior al espectáculo. Rodríguez supuestamente se lanzó a un asalto vicioso, apuntando al hombro ya frágil de Morgan, una lesión de la que recientemente se había recuperado.
La seguridad intervino en momentos, pero el daño ya se había hecho. Morgan se retorció de dolor y tuvo que ser ayudado de la arena por el personal médico. Más tarde, WWE confirmó que había sufrido una re-agravación de su lesión en el hombro y estaría fuera de acción indefinidamente.
La reacción fue inmediata. Los fanáticos inundaron las redes sociales con reacciones que van desde la conmoción hasta la indignación, pidiendo responsabilidad y justicia. WWE no perdió el tiempo. Temprano a la mañana siguiente, Adam Pearce emitió una declaración oficial que declara a Raquel Rodríguez suspendido indefinidamente sin paga. También confirmó que ella sería prohibida de todos los eventos y apariciones de la WWE hasta nuevo aviso.
“Este tipo de comportamiento es inaceptable y va en contra del espíritu de la competencia y el respeto que representa la WWE”, dijo Pearce. “Nuestros atletas dan sus cuerpos y almas a este negocio, pero hay líneas que no se pueden cruzar. Raquel Rodríguez cruzó esa línea”.
Esta suspensión marca una caída dramática de Grace para Rodríguez, que había estado subiendo las filas y ganando el respeto de los fanáticos y colegas por igual. Muchos expertos creen que este acto de violencia puede haberle costado más de unas pocas semanas al margen, podría descarrilar toda su carrera.
En cuanto a Liv Morgan, los fanáticos se han recuperado detrás de ella, inundando sus redes sociales con mensajes de apoyo. Si bien el alcance total de su lesión aún se está evaluando, está claro que enfrenta otra batalla cuesta arriba. Sin embargo, si hay una cosa que Liv ha demostrado una y otra vez, es su resistencia.
La pregunta ahora persiste: ¿Qué llevó a Raquel Rodríguez a romperse tan violentamente? ¿Fue frustración, traición o algo más personal? Cualquiera sea la respuesta, una cosa es segura: este incidente impactante será recordado como una de las traiciones más asombrosas en la historia reciente de la WWE.
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