Las luces de la arena se atenuaron, el rugido de la multitud alcanzó un punto álgido, y entonces sucedió: el tema inconfundible del Jefe Tribal resonó a través de los parlantes en esta edición eléctrica de WWE RAW. Roman Reigns, ausente durante meses en medio de rumores de drama familiar e intrigas detrás del escenario, irrumpió en el ring como una fuerza de la naturaleza desatada. Los fanáticos estallaron en un ensordecedor canto de “OTC”, pero nadie podría haber predicho la brutal venganza que siguió. En un segmento que se repetirá durante años, Reigns no solo regresó; desmanteló a sus traidores, Paul Heyman y Seth Rollins, revelando una nueva e impactante alianza que recuerda el vínculo inquebrantable de The Shield, Shield 2.0, con miembros que nadie vio venir.
Todo se remonta a las heridas persistentes de WrestleMania 41, donde Heyman, el autoproclamado Wiseman, apuñaló a Reigns y CM Punk por la espalda con Rollins en un caótico evento principal de triple amenaza. Esa traición se hizo eco de la infame ruptura de Shield en 2014, cuando Rollins pisoteó a Reigns con una silla, rompiendo la unidad del grupo e impulsando a Rollins al estrellato bajo La Autoridad. Avancemos rápidamente hasta 2025, y la historia rimó una vez más: Rollins, ahora el visionario convertido en cerebro heel, había cazado furtivamente a Heyman como su “Oráculo”, formando una nueva facción con las potencias Bron Breakker y Bronson Reed. Este equipo de “Vision” dominó RAW, brutalizando a enemigos como Reigns y Punk en ataques posteriores a Mania, con Heyman moviendo los hilos desde las sombras.

La pausa de Reigns alimentó la especulación: ¿reclamaría su trono o se desvanecería en la irrelevancia? Las burlas de Heyman, quien se burló de la “falta de agallas” de Reigns para regresar durante una promoción de RAW en julio, solo avivaron el fuego. En septiembre, Reigns resurgió esporádicamente, ayudando a The Usos contra Breakker y Reed en una pelea de tornado, abrazando a Jey Uso en un guiño a la reconciliación de Bloodline. Pero esta noche, con Rollins marginado por una lesión y su facción vulnerable, Reigns prefirió la confrontación a la sutileza. Mientras Heyman promocionaba su “nueva era” con Breakker y Reed, Reigns interrumpió, micrófono en mano, declarando: “¿Pensaste que podrías reemplazarme? ¡Reconócelo!”. La multitud se perdió cuando Superman golpeó a Breakker, luego dirigió su furia hacia Reed con una lanza que sacudió la alfombra.
El verdadero shock se produjo cuando Reigns destripó verbalmente a Heyman primero: “No eres Wiseman, eres una serpiente que se deslizó desde mi línea de sangre hasta su circo”. Heyman, generalmente imperturbable, tartamudeó excusas sobre favores debidos y nuevas lealtades, pero Reigns no lo escuchó. En una devolución de llamada al trauma de Shield, Reigns agarró una silla, tal como lo hizo Rollins una vez con él, y la golpeó en la espalda de Heyman, haciendo que el miembro del Salón de la Fama se desplomara. Rollins, observando desde detrás del escenario a través del monitor, se apresuró a salvar, pero Reigns estaba listo. Ató al Visionario por encima de la barricada y lo aplastó contra la mesa de locutores mientras la multitud coreaba “¡Esto es increíble!”
Luego, el giro que nos dejó alucinados: mientras Breakker y Reed se reagrupaban para un contraataque, dos figuras emergieron de la multitud: Jey Uso y Jimmy Uso, los ejecutores originales de Bloodline, ahora reformados bajo el estandarte de Reigns. Esto no era sólo familia; era Shield 2.0, una unidad táctica que se hacía eco del apogeo de justicia y dominio del trío vestido de negro. Jey le dio una súper patada a Reed, Jimmy golpeó a Breakker y Reigns lo selló con un Guillotine Choke a Rollins, forzando una sumisión en medio del caos. Heyman, alejándose arrastrándose, gritó traición, pero el mensaje era claro: Reigns había reconstruido su imperio, dándole la vuelta a sus viejos aliados con una eficiencia despiadada.
Las redes sociales explotaron después del segmento, y los fanáticos establecieron paralelismos con el debut de The Shield en 2012, cuando Heyman los atacó en CM Punk. “La narración del círculo completo en su apogeo”, decía un tweet, destacando cómo la traición de la silla de Rollins en 2014 reflejó su propia caída. Otros especularon sobre el juego a largo plazo de la WWE: ¿Podría esto llevar a un choque en WrestleMania 42, con el nuevo Shield de Reigns chocando contra la Visión de Rollins? El regreso de Reigns inyecta urgencia al panorama de RAW, dejando de lado la recuperación de la lesión de Rollins y posicionando al Jefe Tribal como la fuerza indiscutible una vez más.
Esto no fue una mera venganza; fue una declaración. Reigns destrozó el frágil imperio construido sobre sus espaldas, demostrando por qué es el jefe de la mesa. Mientras el espectáculo se oscurecía con los Usos levantando la mano de Reigns, una cosa sonó cierta: el mundo de la lucha libre se volvió mucho más peligroso. Con Crown Jewel acercándose, espere consecuencias que podrían redefinir las facciones para siempre. Reconócelo.