La compañía SpaceX del multimillonario Elon Musk acaba de lograr una impresionante hazaña tecnológica al “capturar” con éxito la gigantesca etapa de propulsión del cohete Starship utilizando un brazo robótico, justo cuando esta descendía tras separarse del cohete en su vuelo de prueba.
Según The Guardian, SpaceX realizó su quinto vuelo de prueba del cohete no tripulado Starship a las 7:25 a.m. (hora local en EE.UU.) del 13 de octubre (19:25 hora Vietnam), logrando aterrizar exitosamente la etapa de propulsión Super Heavy en la plataforma de lanzamiento con la ayuda de un brazo robótico.
Después de la separación de la etapa de propulsión Super Heavy, que mide 71 metros de largo y se encontraba a una altitud de 65 km sobre la Tierra, la etapa activó con éxito tres motores Raptor para reducir rápidamente su velocidad de descenso. Al mismo tiempo, se dirigió hacia la plataforma de lanzamiento, donde el brazo robótico gigantesco la esperaba para capturarla.
SpaceX recupera con éxito la etapa de propulsión del cohete Starship.
Este logro se dio durante el lanzamiento de prueba realizado el 13 de octubre, donde SpaceX logró dar un gran paso hacia la reutilización total de sus cohetes para misiones espaciales futuras. Foto: AFP/Getty Images
Tras el exitoso aterrizaje de la etapa Super Heavy, que fue recibida con vítores y aplausos por parte del equipo de SpaceX, la compañía demostró una vez más su capacidad innovadora y su enfoque hacia el desarrollo de cohetes reutilizables, crucial para misiones espaciales futuras, incluyendo el transporte de personas, materiales y equipo científico a la Luna y, en el futuro, a Marte.
“Hoy es un día memorable en la historia de la tecnología”, comentó Kate Tice, ingeniera de sistemas en SpaceX, con sede en California (EE.UU.).
Por otro lado, la parte restante del cohete Starship, luego de haberse separado de la etapa de propulsión Super Heavy, alcanzó una altitud de 145 km, orbitó alrededor de la Tierra a una velocidad de 27,358 km/h, antes de caer al Océano Índico como estaba previsto. Las cámaras instaladas en el cohete mostraron una capa de plasma fina y color rosa violeta cubriendo la parte de la nave que se dirigía hacia la Tierra.
La parte más caliente del cohete fue protegida por 18,000 escudos térmicos, los cuales fueron mejorados desde la última prueba de SpaceX en junio. En esa ocasión, el Starship completó con éxito su primer vuelo de prueba, pero sufrió daños en sus escudos térmicos, lo que complicó el regreso a la Tierra.
En esta ocasión, el Starship permaneció intacto gracias a la reactivación de uno de los seis motores para estabilizar y realizar un aterrizaje vertical preciso en el Océano Índico. Elon Musk, fundador de SpaceX, afirmó que el cohete aterrizó con precisión en el punto de destino.
“Hoy es un gran avance para la humanidad. Estoy más emocionado que nunca por nuestro futuro juntos. Felicitaciones a todo el equipo de SpaceX”, comentó Chris Hadfield, ex astronauta canadiense, a través de la red social X (anteriormente Twitter), tras el exitoso lanzamiento y aterrizaje del Starship.