En medio de una creciente ola de críticas y debates en torno a la inclusión de atletas trans en el deporte femenino, Lia Thomas, la nadadora transgénero que captó la atención mundial en 2022, ha alzado su voz con una declaración contundente. Durante una reciente entrevista televisiva, Thomas respondió sin titubeos a quienes cuestionan su legitimidad como atleta femenina:
“Nací mujer, viví como mujer y competí como mujer… no hay más que decir.”

Su afirmación ha generado una intensa reacción en redes sociales, medios de comunicación y dentro del propio mundo del deporte. Mientras algunos la aplauden por su valentía y autenticidad, otros continúan exigiendo restricciones más estrictas para atletas trans en competencias femeninas.
Thomas, quien anteriormente compitió en natación universitaria y se convirtió en la primera atleta abiertamente transgénero en ganar un título de la NCAA, ha sido blanco constante de ataques personales y debates políticos. Sin embargo, su postura sigue siendo firme: su identidad no está en discusión, y su presencia en el deporte es válida.
“Lo que he vivido no ha sido fácil. He pasado por evaluaciones médicas, reglas estrictas de elegibilidad y, sobre todo, años de entrenamiento como cualquier otra atleta”, explicó Thomas durante la entrevista. “No compito por ventaja, compito porque amo el deporte.”
Sus declaraciones también fueron respaldadas por diversas organizaciones de derechos LGBTQ+, que han reiterado la importancia de incluir a todas las personas en el deporte, sin discriminación por identidad de género.
No obstante, el debate continúa. Algunos sectores piden una reevaluación de las políticas de inclusión en competencias deportivas, argumentando que podría existir una ventaja fisiológica en ciertos casos. La comunidad científica, por su parte, aún busca consensos en un tema complejo y multidimensional.
Mientras tanto, Lia Thomas no da un paso atrás. Su mensaje no solo es una respuesta a sus críticos, sino también una declaración de resistencia y dignidad: “Mi verdad es esta. Soy mujer. Y nadie puede quitarme eso.”
El impacto de sus palabras continúa resonando mucho más allá de las piscinas.