El príncipe Harry vuelve a estar en el centro de la polémica, esta vez involucrado en un escándalo junto al famoso rapero y empresario Diddy. Un video filtrado de una fiesta privada entre ambas figuras ha sacudido a la familia real británica, generando una oleada de comentarios y especulaciones en las redes sociales y los medios internacionales.
El video, que se ha vuelto viral en cuestión de horas, muestra al príncipe Harry y a Diddy disfrutando de una noche llena de música, baile y, según algunos testigos, comportamientos que no suelen asociarse con la imagen reservada que Harry ha intentado proyectar desde su salida de la vida oficial de la realeza. Aunque no se ha confirmado el origen exacto del material, varias fuentes aseguran que la fiesta tuvo lugar en una lujosa mansión en Los Ángeles, ciudad donde Harry reside actualmente junto a su esposa, Meghan Markle.
La reacción desde el Palacio de Buckingham ha sido de aparente silencio, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo afectará este nuevo episodio a la ya complicada relación entre Harry y el resto de la familia real. Desde su renuncia a los deberes reales en 2020, el príncipe ha sido una figura controversial, protagonizando varios titulares polémicos relacionados con su vida privada y sus declaraciones públicas sobre la familia.
Por su parte, Diddy, conocido por su estilo de vida extravagante y su inclinación por las fiestas exclusivas, no ha hecho declaraciones públicas sobre el video filtrado. Sin embargo, sus seguidores en redes sociales parecen haber tomado la situación con humor, mientras que los observadores de la realeza británica lo ven como un nuevo golpe a la imagen pública del príncipe.
A pesar de que Harry ha intentado alejarse de los focos mediáticos desde su mudanza a Estados Unidos, parece que las controversias siguen persiguiéndolo. Los críticos de la realeza han cuestionado si este tipo de escándalos afectará la credibilidad de las causas benéficas que él y Meghan promueven, mientras que otros consideran que esta filtración no es más que un intento de dañar la imagen del príncipe y su círculo cercano.
Lo que está claro es que este nuevo episodio añade tensión a la ya delicada relación entre el príncipe Harry, la prensa y la familia real británica, una saga que parece no tener fin.